Un poco de historia de la Feria de Málaga.
La historia de la Feria de Málaga tiene más de 500 años y está ligada a la toma por parte de los Reyes Católicos de la cuidad de Málaga. El día 19 de Agosto de 1487, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando reconquistan la ciudad de Málaga incorporándola a la Corona de Castilla. Posteriormente y coincidiendo con las celebraciones Litúrgicas del Cabildo Catedralicio, el Cabildo Municipal de Málaga estableció el inicio de las fiestas populares que en ese año se celebraron el 15 de Agosto. En el año 1887 vuelven a resurgir gracias a la conmemoración del IV Centenario de la entrada de los Reyes Católicos en Málaga llegando así hasta nuestros días como una gran fiesta del verano.
La Feria de Málaga ha tenido varios puntos de encuentro a lo largo de su historia. Inicialmente la Feria de Málaga se instaló en Muelle de Heredia, pasando por el parque, Teatinos y otros lugares hasta llegar a su actual ubicación en el Cortijo de Torres, lugar en el que se encuentra también el Palacio de Congresos y Exposiciones de Málaga.
Una de las singularidades de la Feria de Málaga en la actualidad reside en la división en dos zonas de divertimiento, pues aunque el recinto ferial o Real de la Feria, se encuentra en el Cortijo de Torres, el centro histórico de Málaga vive su Feria de día. Por tanto se podría decir que en Málaga se existen 2 ferias, la Feria de día y la Feria de la noche.
Por el día, el centro de la ciudad es un hervidero de gente, debido en gran medida a la fecha de celebración en la que cientos de miles de personas de todos los rincones del mundo pasan sus vacaciones en la Costa del Sol.
Durante la Feria de Málaga, las calles del centro de la ciudad son adornadas con farolillos y adornos de florales, se montan casetas, se celebran espectáculos para niños y mayores, bailes y un sin fin de eventos entre los que no se puede olvidar a las bandas de verdiales que recorren las calles de Málaga mostrando este singular y antiguo folclore popular mientras los carruajes y tiros de caballos engalanados toman las calles de la ciudad.
A los amantes de los toros, la Feria de Málaga les tiene una cita todas las tardes en la plaza de la Malagueta. Y ya por la noche… al Real, ese inmenso recinto en el que de forma ordenada se sitúan casetas, puestos de feriantes y aparatos mecánicos para la diversión de todos los públicos.
La Feria de Málaga, tiene un carácter abierto y cosmopolita propio de un pueblo que como reza en su escudo es hospitalario, lo que hace que aquí todo el mundo se integre y disfrute de este espectáculo que es la Feria de Málaga.